El nivel de desarrollo de un país se mide por el crecimiento de su aviación.
Por ejemplo, La antigua Unión Soviética tuvo siempre una boyante industria aeronáutica, casi capitalista y muy competitiva. TODO el país estaba unido por una bien mantenida estructura de aeropuertos. Donde no llegaban las carreteras llegó el avión.
En Venezuela se inició un proceso planificado de restricción y destrucción de la comunidad aeronáutica desde 1998 hasta el presente con resultados devastadores y tangibles. De un parque aéreo de más de 2000 aeronaves privadas y unas 300 estatales pasamos a menos de la mitad de aviones privados y el doble de aviones “oficiales”. Se procedió a destruir la estructura de Aeroclubes y tomar el control de todos los aeropuertos, militarizándolos y poniendo absurdas restricciones a todos los vuelos. Simultáneamente se crea el INAC para controlar y desanimar a todo el que quiera volar. Toda clase de alcabalas y unidades tributarias a cambio de servicios incompetentes, criterios personales en cada gestión de matriculación, registró y mantenimiento de las aeronaves logran frenar aún más cualquier posible desarrollo de esta industria. Se utilizaron las mismas estrategias que exitosamente logran destruir toda la industria Nacional. Militarización/Requisitos y controles arbitrarios/Anarquía.
Toda la aviación venezolana no llega a consumir ni el 1% del combustible para volar y sin embargo éste viene siendo aumentado irracionalmente desde hace años. Ni hablar de tasas aeroportuarias y cobros a criterio de cada funcionario, en aeropuertos donde los aviones son robados por la inseguridad y una mafia cómplice que trafica con partes y repuestos de aeronaves. Tras 17 años sin mantenimiento, La seguridad de pilotos y pasajeros, tanto en tierra como en el aire está seriamente comprometida.
El estado logra así destruir la aviación privada llevándola a su mínima expresión mientras que en cualquier otro país esta actividad profesional tiene todo el apoyo del gobierno.
La aviación comercial no escapa de este drama. Cientos de operadores de vuelos chárter y pequeñas aerolíneas que cubrían el país han desaparecido y, como en el siglo 19, comunidades que antes recibían vuelos diarios o semanales ahora se encuentran aisladas, con buenos aeropuertos abandonados e invadidos por ranchos y delincuencia.
Las líneas aéreas internacionales vieron con impotencia como el estado bloqueó sus ingresos en dólares para llevar estas empresas a salir del país sin tener una alternativa viable. Gradualmente estas líneas aéreas van abandonando sus rutas y convenios con Venezuela por la insolvencia de un país forajido.
Estamos aislados internamente por no poder volar sin los complejos permisos y alcabalas de un estado militarizado y estamos aislados globalmente por un perverso plan de cortar todo contacto aéreo con el Mundo exterior.
La aviación en Venezuela se encuentra en Terapia Intensiva, en Coma.
En su peor momento histórico desde Gómez.
Articulo de Opinión de Jimmy Marull elevateenglobo@yahoo.com