En la década de los años 90 un joven soñador, Niels Birsbal, se desempeñaba en el área de turismo en Mérida en la disciplina de parapente, actividad con la que logró grandes cosas en su vida durante muchos años llegando a integrar la directiva de la Organización de Turismo de Aventura (OVETUDA) en sus inicios, allá por el año 2000.
Birsbal participó en muchas actividades organizadas por Ovetuda en las que fue pieza fundamental y por circunstancias de la vida y de la situación del país, cambió el parapentismo y la dedicación al turismo por el área de restaurante.
En estos momentos regenta un conocido restaurant en la ciudad de Mérida, así como una agropecuaria y confiesa que la pasión por el turismo no ha desaparecido.
Con la reactivación de Ovetuda, Birsbal opina que la misma ha estado presente todos estos años a nivel nacional a pesar de las circunstancias y en la nueva realidad del país considera que es necesario trabajar de la mano con la empresa privada y el gobierno para poder otra vez traer turismo de eventos deportivo, gastronómico, entre otros, para impulsar el turismo en la ciudad.
″Es gracias a Ovetuda que se está reactivando el turismo de alianzas, de conformar paquetes, para que en corto plazo se fortalezca el sector gracias a los resultados que se esperan sean los más favorables″, refiere Birsbal.
Asegura que en el segmento turismo de aventura Mérida tiene mucha fortaleza, una gama increíble de servicios que no han desaparecido y hoy están muy bien preparados para recibir a los turistas que deseen sumarse a la aventura de conocer las bellezas de nuestro erstado.